El sentido común imperante (inducido por la burguesía) asocia el fenómeno de la corrupción a la falta de educación, por lo que el remedio para erradicar este mal social, es el inculcar valores morales, a escala universal, pero con mayor afán en la escuela, pues “se tiene que trabajar arduamente, difundiendo y enseñando a los niños a comportarse pristinamente, por lo que a mediano y largo plazo, la corrupción desaparecerá de la faz de la sociedad”. Pero eso no basta, otra de las soluciones tan mentadas por los acólitos de la burguesía, viene a ser, la promulgación de un conjunto de normas jurídicas que sancionen con más drasticidad a los que cometen actos de corrupción. Evidentemente, eso no resulta.
El Materialismo Histórico, la verdadera ciencia social nos enseña que; “el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general”; es decir, “No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino por el contrario, el ser determina su conciencia”, esta premisa científica es la que nos debe guiar, cuando abordamos el estudio de un fenómeno de la realidad. Por lo que prescindimos de aquellas recetas pregonadas por la burguesía, que no sirven más que para cegarnos ante la verdad. Por lo tanto; es absurdo e idealista partir de la subjetividad de los hombres, o de lo que ellos creen que es lo correcto o que no lo es; por el contrario, nuestro análisis debe de partir necesariamente de premisas reales, premisas sobre la que todos los hombres actúan.
Veamos algunos datos importantes sobre la telaraña UAP, para abordar el tema:
Fidel Ramírez, rector de la UAP, es un hombre del sector castrense y presidente ejecutivo de la UAP CORPORACIONES[1], quien según la prensa venal, logró fundar su empresa solamente con 1.000 acciones, cada una de ellas valorizado en un sol; además hoy en día es dueño del 91% del total de acciones. Y para mala suerte de los “políticos tradicionales”, tiene pretensiones de ser presidente de la Republica.
Edgar Núñez, congresista por el partido aprista, vicerrector y además arrendador de uno de sus inmuebles (por 300 mil soles mensuales) donde funciona la filial de la UAP en la ciudad de ICA. Este personaje además, por presiones, de unos cuantos congresistas, es ex integrante de la comisión de educación del Congreso de la Republica, Comisión que dicho sea de paso investigara la telaraña UAP.
Wilder Calderón, congresista también por el partido aprista, socio de una de las muchas empresas del grupo económico UAP S.A, asimismo dueño (de la no exitosa por ahora) universidad particular Simón Bolívar.
Estos personajes son los actores estelares de esta comedia o parodia, que las elites políticas montan en el Perú. Pero esta descripción resumida de los actores, no margina a otros personajes, hasta ahora secundarios, como son: Mauricio Mulder, Mercedes Cabanillas, Cesar Zumaeta, la señora Guevara (dueña de alas sur, en Tacna), el señor Vásquez y otros congresistas, que a pesar de haber viajado a Europa, financiados por la UAP, siguen soportando el peso del anonimato.
Mención aparte, se merecen magistrados como; Francisco Tavara Córdova y Jorge Solís que también se “contaminaron” con la telaraña UAP.[2]
Entonces, descritos ya estos fenómenos (por su puesto, son los que la prensa venal difunde, por que estoy seguro que hay más) solo nos queda utilizar la herramienta del Materialismo Histórico, y así, dar una explicación de su ocurrencia. Pues el Materialismo Histórico, trascenderá esa simple apariencia, dando de coscorrones así a toda la ideología burguesa, que de manera hipócrita se limita a juzgar estos fenómenos desde su causa eficiente.[3] En términos coloquiales, estos hechos de corrupción (para alegría y gusto seguramente de la oposición parlamentaria y por supuesto para los muchos autoproclamados “socialistas”) seguramente serán investigados por la comisión de ética del congreso, y si la cosa es un poquito mas grave, para no desairar los preceptos constitucionales, se procederá a subsumir estas acciones de corrupción, en los tipos jurídicos de inconducta funcional o incompatibilidad de funciones, establecidos en la normatividad jurídica. Y el desenlace de esta parodia, el antejuicio político, inhabilitación política, y para afinar más la cosa, sanción ejemplar a cargo del órgano jurisdiccional, para que estos hechos nunca mas se repitan; y así tenemos, más chivos expiatorios del capitalismo.
¿Pero cual es la causa real que generan los fenómenos que se presentan en la faz de la sociedad capitalista?
Para el Materialismo Histórico, la corrupción, la delincuencia, las guerras internacionales, el hambre y otros males sociales, tienen un común denominador, y es precisamente, la propiedad privada sobre los medios de producción; ergo, competencia e intercambio mercantil; estas son, las condiciones que rigen la sociedad capitalista.
En efecto, la esencia del capitalismo es el incremento del capital, que en términos sencillos consiste en hacer crecer una determinada magnitud de dinero, a costa del trabajador asalariado. Y es precisamente que por este afán de incrementar y acumular dinero por el mismo sistema capitalista, se utiliza al burgués para su intercambio que se dará posteriormente en el mercado[4]. Pero hay objetos, que sin ser mercancías; como por ejemplo la conciencia, la dignidad, el honor, se convierten en mercancías, al intercambiarse por una cantidad de dinero.
Y así, llegamos a la explicación de la ocurrencia del fenómeno de la corrupción, que es inherente, como ya se dijo, al capitalismo. En una “sociedad del pillaje mutuo” la práctica moral del “yo te doy según lo que tú me des a cambio” subsistirá mientras el proletariado, no asuma su labor histórica; cual es liberar a las fuerzas productivas, de las relaciones de intercambio mercantil, hoy por hoy ya decadente y por tanto irracional.
Con respecto a las críticas que se realizan sobre la mercantilización de las universidades, solo nos queda decir que; lo que importa a una empresa, la UAP en este caso concreto, es el acrecentamiento de dinero, o valorización de dinero; quedando relegado a un segundo o quizás tercer plano la satisfacción de necesidades.[5]
No esta demás aclarar, que invertir en una empresa educativa, es la mejor opción para ser “exitosos”, por que es suficiente invertir en medios de producción como son la infraestructura en edificios por ejemplo, después comprar carpetas, y por supuesto lo más importante se debe contratar trabajadores asalariados, para que se extraiga el mayor plusvalor de ellos. Pero nos estamos olvidando de lo mas importante ¿la materia prima?, si pero en este caso la materia prima no se compra, sino que la encontramos como un regalo de dios, por que ya existe y no es necesario invertir. Efectivamente, se tiene que cultivar las cabezas incultas de los estudiantes, para que después de 5 años aproximadamente, estos siempre que sean, por supuesto “profesionales eficientes”, estén dispuestos a satisfacer la sed de plusvalor que tiene el capital.
CONCLUSIÓN:
Los valores morales tienen una validez histórica y relativa, es decir no son eternos, absolutos e imperecederos, por el contrario la historia nos demuestra que estos están determinados por la realidad económica de la sociedad.[6]
Cuando un sistema de vida deviene en decadente, también sus valores morales son decadentes, y lo que las elites políticas hacen es simplemente parodiar estos valores que un día fueron reales, por que estaban dotados de racionalidad económica.[7]
Lo mas importante, la corrupción es un fenómeno connatural al sistema de vida en el que vivimos, por que es parte integrante de la conciencia social, que esta determinado por la necesidad económica. Y cualquier “proyecto” para erradicar deviene necesariamente en inútil, desatinado y hasta en hipócrita, por que no se puede erradicar los fenómenos, sin antes haber saldado cuentas con su verdadero responsable, la sociedad capitalista
[1] La UAP S.A., tiene un grupo de negocios como son. La Cooperativa de Ahorro y Crédito ALAS PERUANAS, constructoras, medios de transporte y lo mas importante es dueña de AEROINCA con una flota de una docena de aviones, que ya tiene autorización por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, para prestar servicios a nivel nacional e internacional; es decir, es un gran capital.
[2] Según información del presidente del Poder Judicial, Javier Villa Stein, la UAP tiene 139 procesos judiciales, uno de ellos se lleva en la sala permanente de la corte suprema, presidida hasta hace un mes por el hoy investigado magistrado Francisco Tavara Córdova, quien malogro momentáneamente su postulación a la presidencia del poder judicial, por haber viajado a Paris, con uno de sus litigantes, el hoy famoso rector de Alas Peruanas, Fidel Ramírez.
[3] Para uno de los grandes del pensamiento, como es el estagirita Aristóteles, la relación de causalidad se debe comprender, atendiendo a las causas; material, formal, eficiente, y final. Estas categorías, son tomadas por el Materialismo Histórico, y establece que la causa formal en el capitalismo es la valorización de capital, mientras que la causa eficiente, se refiere a aquella conducta o acción del hombre que genera un cambio en el estado de cosas, es la causa inmediata anterior de un fenómeno; corrupción, espionaje, delincuencia, etc.
[4] Para la Economía Política, los hombres no son más que encarnación de categorías económicas, por lo que el burgués es encarnación del capital, mientras que el proletario es encarnación del trabajo asalariado o capital variable.
[5] “El proceso de vida del capital –escribió Marx- se reduce a la dinámica de valor que se valoriza a si mismo”. El capitalismo por lo tanto no es un sistema de producción de valores de uso, un sistema de satisfacción de necesidades, por el contrario es un modo de producción donde prima la valorización de capital, por medio de la extracción de plusvalía del proletario o trabajador asalariado.
[6] En la sociedad esclavista, el valor por excelencia, es la magnanimidad, que consiste en desear grandes honores y ser digno de ellos, “El que es digno de cosas pequeñas y se considera digno de ellas, será moderado, pero no magnánimo; la magnanimidad es imprescindible en la grandeza del espíritu como en la belleza física” (Aristóteles, Ética a Nicomaco). En la sociedad feudal, los valores caballerescos como la lealtad y el honor, son muy bien reflejados en el personaje de Don Quijote del genial Cervantes Saavedra.
[7] El capitalismo, en su lucha contra la nobleza decadente se abandera de los valores de, igualdad ante la ley, justicia, fraternidad, estado de derecho, división e independencia de los poderes del estado, democracia; todos estos sin duda expresión de la esencia capitalista de ese momento histórico; la propiedad privada sobre los medios de producción y la libre concurrencia de los capitales.
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