Al propósito del Escuadrón de la Muerte de Trujillo y su “Limpieza Social” de la burguesía[1]
Alexander Fernández Bazán, “Loco Alex”, fue sacado por un grupo de policías, de su cuarto en la calle Copaigua, mientras se duchaba. Horas más tarde, ingresaba muerto al hospital Belén. Tenía los dedos fracturados y cortados[2] . Según la PNP, Fernández, acompañado de dos delincuentes, protagonizó un enfrentamiento armado con efectivos de un patrullero por lo que resulto muerto. Helbert Quevedo Muñoz, fue metido a un patrullero por los policías Juan Carlos Isla y Gilberto Rojas la madrugada del 17 de julio de 2008, mientras salía de una discoteca en el camino a Huanchaco. El cadáver de Quevedo, con cuatro balazos, fue encontrado en la playa del lugar. Johnny Rafael Reyes Velásquez, “Loco Johnny”, el 20 de julio de 2008 fue detenido en los exteriores de su casa, en la urbanización La Alameda. Tres policías, ya identificados por la fiscalía, lo subieron a un patrullero. Reyes ingresó muerto al hospital Belén una hora después. Freddy Rodríguez fue muerto de un disparo en la nuca, a corta distancia, estando arrodillado.
El 27 de octubre del 2007, Luis Alva Castro, entonces ministro del Interior, llegó para anunciar que iba a acabar con la delincuencia en esa ciudad. Esa noche el coronel Elidio Espinoza y su escuadrón mataron cuatro delincuentes, según dijeron, en un enfrentamiento en la calle, las cuatro personas fueron secuestradas por la policía en diversos lugares y ejecutadas extrajudicialmente en un descampado.
Estos son algunos de los 56 delincuentes muertos en la ciudad de Trujillo en enfrentamientos con la Policía, bajo la dirección de el coronel Elidio Espinoza, jefe del Escuadrón de Emergencia de la zona este de Trujillo. Cercano colaborador del hoy ministro del Interior Octavio Salazar, cuando en el 2006 este fue nombrado director de la Policía de La Libertad.
Durante las investigaciones se evidenció que esto era parte de una política de “Limpieza Social”, financiada económicamente por sectores empresariales de la ciudad quienes veían en la creciente delincuencia un peligro para sus inversiones y sus ventas. El apoyo económico estaba destinado a financiar la eliminación de delincuentes, a través del pago a los confidentes que brindarían la ubicación de los objetivos y el otorgamiento de incentivos a los policías asignados para tal trabajo.
La oleada mortal comienza a mediados del 2007, luego del Decreto Legislativo No. 982, y abarca las gestiones de los generales Carlos León, hoy Inspector General, y Raúl Becerra, quien ejerce hasta la actualidad.
Desde su posición como jefe del Escuadrón de Emergencia Este, Elidio Espinoza fue involucrándose progresivamente en casos de enfrentamiento con muerte, hasta que fue dueño de un impresionante récord de investigaciones en la fiscalía. A este escuadrón, que Espinoza comandó hasta el 2009, se atribuye la mitad de las muertes. El grado de coronel que ahora ostenta Espinoza le fue entregado en ceremonia pública de reconocimiento el 18 de junio pasado, cuando ya la fiscalía había pedido para él cadena perpetua. La acción distinguida que le valió el ascenso, según el expediente, fue haber reducido a José Manuel Reyes Moro, “Yuca”, en la intervención que terminó con la muerte de este.
Finalmente, la ministra Mercedes Cabanillas firmó el ascenso, a la negativa del Ministro Hernani. El 28 de octubre, varios de los acusados por las cuatro muertes de El Porvenir fueron ascendidos en ceremonia pública.
La fiscal Rosa María Vega, quien acusó al coronel Elidio Espinoza y otros policías por el asesinato de cuatro personas y pidió cadena perpetua para ellos. Fue objeta de las consecuencias del ejercicio del poder de la Policía, al detener a su esposo con una acusación que luego se demostró falsa. Luego acusó a la fiscal de obstrucción de la justicia, por lo cual está sometida a una investigación interna en el Ministerio Público. Esas son algunas de las presiones que se conocen. Finalmente, la fiscal Vega se rindió y abandonó el caso.[3]
Lo cierto es que, Trujillo desde el 2006 ha evidenciado un crecimiento económico sorprendente, ya que es un centro agrícola, comercial y de transporte debido a los centros de producción que contiene. La extensión de la agricultura irrigada causó un crecimiento expansivo en esta ciudad, especialmente la agroindustria de la caña de azúcar, que tuvo como su máxima expresión a la Cooperativa Casa Grande, Cartavio, Laredo. Entre los productos más conocidos internacionalmente, destacan los espárragos, así, las principales empresas exportadoras son Camposol que los exportó por 28 millones 285 mil dólares, concentrando el 12 por ciento del total, le siguen Trillium Agro del Perú y Sociedad Agrícola Drokasa con 27 millones 87,000 y 20 millones 290 mil dólares, en cada caso, representando el 12 y nueve por ciento, respectivamente de Europa, Estados Unidos, y otros lugares. Además, el impulso que viene tomando el Proyecto Especial Chavimochic, que incluye la irrigación de los valles de Chao, Virú, Moche y Chicama, ha logrado la exportación de muchos otros productos agrícolas y agroindustriales, que incluyen a la alcachofa, ají páprica, palta, mango, etc. El comercio dentro de la ciudad está aumentando considerablemente, como se refleja en las nuevas construcciones de tiendas y centros comerciales en la ciudad; debido en parte a la migración interna que origina mayor demanda y a las empresas que transitan por Trujillo rumbo al puerto de Salaverry o a la capital, Lima. La más sobresaliente central hidroeléctrica de la región es Pampa Blanca. En minería, es el segundo productor de oro en Perú; además, hay importantes depósitos de carbón de piedra en Otuzco, esta demás señalar la industria del calzado.
Por lo que Trujillo viene a ser la tercera ciudad mas poblada del Perú, es decir que las industrias referidas absorben a una gran cantidad de trabajadores de poca especialización técnica, lo necesario para la agroindustria y el funcionamiento básico de máquinas industriales.
Desde la Crisis, La Libertad tuvo una significativa caída del empleo regional, en razón de un “bajón agroexportador” a un promedio de la mitad de sus mejores momentos, así destaca el descenso de las ventas de conservas de espárragos (45,5 por ciento) y conservas de alcachofas (43,8 por ciento) cuya demanda externa, principalmente del mercado europeo, se redujo. Las exportaciones de espárragos preparados disminuyeron 72,6 por ciento a Alemania; 59,4 por ciento a Francia; y 36,3 por ciento a España. Al mercado norteamericano, las ventas disminuyeron en 10,6 por ciento. Las menores exportaciones agropecuarias afectaron a todas las empresas agroindustriales. En Sociedad Agrícola Virú, la caída fue de 49,7 por ciento; en Danper, 41 por ciento; en Talsa, 34,6 por ciento; y Camposol, 9,3 por ciento. (es posible que sea más). De esta forma más de la mitad de los trabajadores empleados en las industrias que verificaron caídas significativas han sido despedidos, votados a la calle sin más que el poco conocimiento técnico adquirido y sin expectativa de encontrar trabajo.
Frente a lo que precede, es necesario recordar que; en la Sociedad Capitalista solo hay dos formas de mantenerse con vida, una es comprando fuerza de trabajo ajeno, y la otra vendiendo su propia fuerza de trabajo, la gran mayoría vendemos nuestra fuerza de trabajo por un salario. Pero ¿Que pasa con los que ofertamos nuestra fuerza de trabajo, cuando no hay quien los demande? ¿De que forma viviríamos, sin un salario?
Muchos de nosotros, pensaríamos mínimamente dos veces antes de entrar en la delincuencia, pero al tercer momento, solemos aún no tener trabajo y los ahorros se acaban; por lo que se hace de vital importancia obtener los medios necesarios para poder seguir viviendo y mantener nuestras familias, incluso violando la propiedad privada, la tan sacramentada esencia de la civilización actual y la razón mercantil.
Estas cuestiones, que ahora adquieren vital importancia, no son discutidas por la burguesía o sus representantes, el Estado, los partidos políticos de izquierda o derecha, o la Prensa Oficial, sino que son invertidas extraordinariamente a través del cuento del Derecho Penal, por la que al individualizar el hecho irracional o dañino al sistema, conceptualizada como Delito, no hacen mas que expiar el espíritu del capital, que debido a su decadencia e irracionalidad es el verdadero responsable de los hechos “delictuosos”. El Estado (administrador de los negocios de la burguesía y patrocinador de la explotación del asalariado) se vale muy bien de los Chivos Expiatorios para eximir al verdadero responsable, el Capitalismo.
Por eso, cuando la irracionalidad de seguir viviendo en una sociedad mercantil, en la que la vida esta mediada por la compra-venta de la mercancía (en nuestro caso, nuestra fuerza de trabajo por un salario), toma cuerpo y carne, se hace imposible seguir ocultándolos, ni el Derecho Penal, ni la maquinaria penitenciaria son capases de contenerla, por lo que fiel a su pragmatismo, la burguesía implementa una barrida a fondo a cargo de los “Pichanas” que a le hacen de PNP, todo excedente de trabajadores desempleados y con poco futuro de encontrar trabajo. Y por si acaso para no levantar sospechas, reviven como Asunto de Estado el viejo cuento de los Phistacos, que lo único que sacan de los cerdos de la burguesía, es el cinismo y desfachatez de mentir y matar a diestra y siniestra a los trabajadores, sean respetuosos del derecho burgués o no.
Podemos evidenciar que el escuadrón de la muerte en Trujillo y su “Limpieza Social” forman parte del problema que el Capital arrastra y su incapacidad para resolverla. Por más que mande a matar o concentre en penitenciarías se le hace imposible poder emplear toda la mano de obra disponible a fin de extraer plusvalía e incrementar su capital, precisamente, debido a que existe bastante capital, bastante maquinaria, bastante mano de obra y tecnología en el mundo, por lo que invertir en trabajadores, solo reduciría sus ganancias y dejaría sin razón el trabajo asalariado, y; para ello, ha debido cargarse no sólo el tan mentado concepto de “Estado de Derecho”, sino el mismo significado de los “Derechos Humanos” que tanto pregona; así, vemos que la dictadura de la burguesía en lo que hace llamar “Democracia”, se vuelve cada vez mas irracional e insostenible para la humanidad. De esta forma, el Escuadrón de la Muerte o el supuesto “abuso de poder” de generales, coroneles o policías, es la misma violencia ejercida por la clase gobernante, la patronal empresarial, sobre las clases subalternas, los trabajadores, elevada a Norma General Obligatoria, materializada en el Derecho Penal o los Órganos Represores Legales, así remata el Decreto Legislativo No. 982.
¡¡ABAJO EL CAPITALISMO Y SUS LEYES QUE SOLO ENGENDRAN GENOCIDIOS!!
[1] Entiéndase a la burguesía como al sector de empresarios que viven del trabajo ajeno de sus trabajadores
[2] Declaración del testigo Juan Julio Príncipe, a la fiscal Cecilia Zavaleta, ante la muerte de Alexander Fernández Bazán, “Loco Alex”, el 17 de julio de 2008, por Elidio Espinoza y cinco policías más. (Articulo de Ricardo Uceda, Revista “Poder” )
[3] Extracto del artículo de Ricardo Uceda; “El misterio del escuadrón de la muerte”, revista Poder, 16.11.09.
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