"Trabajadores del mundo, unanse, no tienen nada que perder excepto sus cadenas" ...Marx

26/8/11

DE LA IZQUIERDA TRADICIONAL AL FASCISMO, otra ves!



COMO SI LOS JÓVENES “SOCIALISTAS” NO HABRÍAN APRENDIDO DE LA HISTORIA

Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su exilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal”. (Carlos MARX; El Dieciocho Brumario de Luís Bonaparte, Capt. I)
Hoy, el pasado parece perseguirnos, nos restriega en la cara la despreocupación por resolver la historia, y nuevamente apuntala en nuestras cabezas; “que sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario”. Aquella máxima, marginada o tergiversada por la izquierda se vuelve contra ellos de forma cada vez mas violenta, señalando las tareas necesarias que inevitablemente deben cumplir. Hoy, “No solo tenemos que sufrir con los vivos, sino además con los muertos.” (Carlos Marx, El Capital; Prefacio a la Primera Edición Alemana).
Cuando nos disponemos a enterrar a nuestros muertos, algún joven dirigente sale en frente y nos reprocha, señalando que es natural que; “los jóvenes trabajadores tiendan a ponerse estos harapos en un inicio, para luego adoptar el marxismo, es dialéctico y progresivo”. ¡¿Que es natural que los trabajadores sean de izquierda?! Señores, que se dé el incremento de la combatividad de la clase trabajadora, aumente la preocupación por su miseria, y se cuestione las ideas oficiales del Estado, es el reflejo natural de la crisis por la que está pasando el capital, precedida por la lógica objetiva de acrecentar y acumular mayor masa de capital a costa de la explotación del trabajo ajeno no remunerado del asalariado, pero eso no lo hace de izquierda. El hecho de que la clase trabajadora, al buscar las armas para defenderse de los ataques del capital, solo encuentre palos y piedras de la vieja izquierda, es producto de la irresponsabilidad de las nuevas organizaciones que se dicen ser “socialistas”, del no haberse preparado lo suficiente como para poder pensar con sus cabezas y dar a los trabajadores el arma mas desarrollada, el materialismo histórico. Es natural en ustedes, “ilustres” dirigentes, ocultar su ignorancia, su despreocupación por la teoría revolucionaria, invitando a esto fósiles andantes para que supla su vació ideológico. Hay otros que justifican su actitud señalando que; “no es el momento aun de mostrarnos como somos”, ¿Que esperan estos señores? No señores, no es el momento el que esperan para ser, es que ustedes no son, y no podrán mostrar lo que dicen ser, aunque esperen hasta el juicio final.
Reconozcámoslos; ¿Qué plantean estas ovejas vestidas de lobos, que balan sobre revolución?
Para tapar su carencia de ciencia en sus posiciones, falsifican y tergiversan el marxismo, apelan al sentimentalismo del pequeño propietario expropiado por los grandes capitalistas. En su tragedia, reclaman la “justicia social” que tanto anhelan; que se le dé, lo que le corresponde en la distribución de la riqueza; denuncian a los “imperialistas yanquis, japoneses y chilenos” del saqueo de la “Patria”; todo para pretender el amparo de los trabajadores asalariados. Se cuelgan de las consignas que enarbolaron los liberales en 1821, para justificar su existencia y tapar sus más mezquinos intereses. Hacen pasar por socialismo el “anti-chilenismo”, el amor por la patria, la defensa de la soberanía nacional; a la independencia política de la clase obrera, oponen la independencia de la nación peruana, así pretenden ocultar la verdad histórica detrás de una supuesta identidad nacional.
No faltan compañeros honestos, que desconfían del tan gastado discurso nacional-socialista, e increpan por la experiencia de los años 60, 70 y 80, en América latina. La izquierda se inclina de hombros y refiere que “no tenían salida”, “las condiciones objetivas no estaban dadas”, lavándose las manos hipócritamente. ¿Acaso no tuvieron que ver con la derrota de la clase trabajadora organizada de esos años? ¿Acaso no son responsables de que se implementaran en casi toda América Latina el fascismo (Videla, Pinochet, Velasco, Castello Branco, Hugo Banzer, etc.)? Claro que tuvieron mucho que ver con el pasado, así la historia lo demuestra.
Salvador Allende, que se decía ser “marxista” tan respetado y citado por estos señores; a través de su Unidad Popular, negó, hasta el último momento de su caída, la revolución a los trabajadores; su “alianza popular” se encargó de desarticular toda iniciativa obrera, todo movimiento revolucionario, creando las condiciones para que el fascismo de Pinochet, asuma el poder e implemente la más dura explotación como sangrienta matanza de obreros y estudiantes, arrastrados por la izquierda antiimperialista.
La izquierda tradicional (MNI, Patria Roja, PcUnidad) y el fascismo, son esencialmente idénticos, aunque pretendan mostrarse contrarios. Con su desprecio por la teoría revolucionaria, su vacío ideológico, llena de “patriotismo” pacato, su “antiimperialismo” hipócrita, su crítica hueca a la “clase política”, pretenden alejar del materialismo histórico a los trabajadores y concentrarlos en el Frente Popular. De esta forma son un verdadero peligro, en las organizaciones de trabajadores, presumen de ser los mas radicales, pero a la vez niegan la iniciativa revolucionaria, soliviantan a la clase trabajadora para “hacerle la camita” al nacionalismo fascista, y estos llevarnos a la matanza mutua entre trabajadores en sus guerras nacionales, a escala internacional.
El Frente Popular, es la continuidad de la tradición estalinista y maoísta, de la alianza con la pequeña patronal, para perpetuar la esclavitud asalariada a un costo muy caro, negándonos la posibilidad de hacer la revolución. Compañeros tengamos cuidado con estos fascistas, hay que saberlos diferenciarlos, esto determinará nuestro futuro. La burguesía a través de sus agentes oficiales y su izquierda, trata de hacernos creer que este es el único final posible, el fracaso y la traición. Octubre demostró que podemos vencer.
Debemos de saber compañeros trabajadores, que somos la mayoría mundial, somos los que hacemos andar al mundo, los productores de toda la riqueza que detenta la patronal, no caigamos en las “Alianzas Populares Nacionalista” a que nos obligan nuestros dirigentes. Ya crecimos lo suficiente, y tenemos mucha experiencia de nuestros hermanos trabajadores en diversos países, quienes demostraron que podemos hacernos cargo del mundo sin patrones, sin explotación y miseria.
Si no somos capaces de dar a la luz la verdadera ciencia de la clase trabajadora, recuperar su memoria histórica, brindarles las armas más desarrolladas, si no asumimos nuestra tarea histórica, compartiremos la sangre derramada de los trabajadores. Hoy, es el momento de que las organizaciones socialistas, marxistas, demuestren lo que son capaces de hacer.
Estos fascistas del Nacional-Socialismo, ¡No pasarán!
¡A la Soberanía Nacional, Debemos Imponer la Soberanía de los Trabajadores en Todas las Naciones!
Por la Independencia Política de los Asalariados

Camilo Mayta S. – CIM

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