Definitivamente la mayoría de propietarios de las empresas de transporte urbano del Cusco, no están en la categoría de pequeño burgueses[1], pero tampoco son trabajadores; ellos a veces trabajando, las más de las veces contratando a chofer y boletero, subsisten, siendo su situación social la de un híbrido, típico de los sectores donde el Capital (en todo el sentido de la palabra) no ha intervenido a profundidad.
Los movimientos del mercado, empujan a este sector hacia dos polos, dos destinos, el de convertirse en burgués o caer en las filas del proletariado, esta en un constante peligro de ser expropiado por ambos lados.
Esta realidad, de donde resulta su comportamiento, de sobrevivir en medio de estas clases sociales esenciales, como son burguesía y proletariado, convierte a este sector de pequeños propietarios en un grupo oportunista, que en la política desemboca en el más vulgar pragmatismo.
Por ello el juego político de los pequeños propietarios es clásico, ya que para poder negociar mejor la distribución de la plusvalía que se extrae al conjunto del proletariado (Impuestos, subsidios, ganancias, presupuestos locales o regionales), siempre han sacado a relucir el eslogan de PUEBLO, ya que este conglomerado social en el que se incluyen trabajadores, pequeños propietarios, pequeños burgueses, campesinos, etc, se presta con el discurso adecuado para lograr las reivindicaciones frente a la gran burguesía, representada en este caso por el gobierno del APRA.
Ante la acción rebelde de los estudiantes universitarios, proletarios en su gran parte (con intereses comunes), los pequeños propietarios del transporte, reaccionaron señalando que la culpa de todo la tenía el gobierno, y que todos, de forma unida debíamos de luchar en el PARO en contra el gobierno central.
Al no poder distraer con este discurso pueblerístico, los pequeños propietarios reaccionaron haciendo el peor de los ridículos, se dirigieron a la prefectura y solicitaron garantías, pidiendo seguridad para trabajar, exigiendo a quien representa al gobierno del APRA en el Cusco.
Más tarde cuando le movimiento de los estudiantes se impone y se sostiene, gana a la opinión publica, pero al final se auto embauca con la ruta libre, lo que era previsible.
Ante ellos los transportistas se ven obligados a congelar el pasaje y a rechinar los dientes, para luego terminar DENUNCIANDO A LOS ESTUDIANTES, quienes políticamente los apalearon, llevándolos ante ese Estado que ellos tanto critican.
De estos hechos podemos sacar algunas lecciones:
1.- Que PUEBLO no es una categoría socialmente homogénea.
2.-Que los pequeños propietarios enarbolan la lucha del Pueblo para defender sus intereses.
3.- Que los pequeños propietarios, como Dolmos, cuando se ven desbordados por el proletariado, recurre a su hermano mayor, la Burguesía, para que aplique su poder estatal (Policía, Justicia) en aras de su seguridad.
Conclusión: Si Patria Roja, patriótica, descentralista, demócrata, es el partido de los intereses de los pequeños propietarios y la pequeña burguesía (lo que se como designa “Pueblo”), entonces Bernardino Dolmos es su modelo de militante.
Alejandro Ponce
Centro de Investigación Marxista – Unsacc Derecho
[1] Burgués es aquel que acumula capital, y se calcula que alguien que compra la fuerza de trabajo de un aproximado de 8 proletarios, aparte de costear su subsistencia y la de su familia, recién empieza a acumular valor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario