Editorial

       Hoy, a casi dos décadas de la caída de lo que se hacia llamar “socialismo real”, la clase trabajadora pasa por una gran confusión ideológica y dispersión política, en el que cualquier planteamiento antisistema, espontáneo que nace de la voluntad, la buena intención, ilusión e indignidad por las contradicciones que trae la forma actual de vivir, pasa por socialismo. Esta situación política de la clase obrera es uno de los principales problemas que atraviesa la mayoría mundial, cuyas consecuencias se ven actualmente, en el incremento de las riquezas y ganancias a nivel mundial que se llevan unos cuantos, a costa de la destrucción del planeta, las guerras, el embrutecimiento, la explotación infrahumana y la miseria de los trabajadores.

La burguesía invierte millones para poder garantizar la efectividad de la confusión y tergiversación de estudios de socialistas honestos, ya sea directa a través del estado y sus intelectuales a sueldo, o indirecta a través de aquellos epígonos populares del pueblo y restos de la vieja izquierda pequeña burguesa. Hoy, la boca de los rufianes se llena de las consignas del “Pueblo”, de esta vendita quisicosa, que se preocupan de embutir en la mente de los confundidos trabajadores y estudiantes.

Vemos que, en lo que va de este año se ha incrementado en 100% las luchas sociales en el mundo en relación a las luchas de todo el año 2007, en lo que va del año la bolsa de valores ha alcanzado los mayores records en su historia, y las industrias progresan paralelo a un “crecimiento sostenible de la economía”. Frente a esto no queda otra, que la clase trabajadora tendrá que romper, quiera o no, esa popular alianza con los pequeños propietarios y ponerse de acuerdo con sujetos de su misma clase. A la división local de pueblo, es necesaria la unión de la clase trabajadora a nivel mundial. No pretendamos mantener esa falsa alianza con los pequeños propietarios y empresarios locales. Lo único que hacen es ocultar sus intereses mezquinos de los pequeños propietarios y añorar la igualdad de competencia frente a la gran burguesía tras las consignas populares. La pequeña burguesía al dirigir estas luchas pone a sus trabajadores como carne de cañón, y termina negociándolos con el estado, y la gran empresa, por que nunca irán más allá de lo que su naturaleza le permite, la explotación por el trabajo asalariado.

Espartaco, órgano del Centro De Investigación Marxista, nace como una alternativa a toda la prensa de izquierda que no hace más mantener la confusión y la distancia entre el proletariado y su arma más desarrollada, el Materialismo Histórico.

Este órgano de prensa nace de la necesidad fundamental de los trabajadores en estos momentos, la propaganda, y expresa la voz de aquellos que se atreven en poner en practica la acción emancipadora de la esclavización social a nivel mundial, oculta tras el velo del trabajo asalariado. Es la voz de la mayoría mundial que se atreve y se levanta

contra sus opresores, y pretende cambiar una esclavitud por una sociedad en el que el trabajo no deshumanice al ser humano hasta convertirlo en apéndice de la maquina o criatura del mercado. La voz de aquellos que no tienen nada que perder más que sus cadenas y que a la vez somos los que hacemos andar el mundo.

Nosotros no pretendemos ser leídos por todos, caer bien al “pueblo”, ni nos caracterizamos por ser clientelistas, al actuar de acuerdo a la demanda popular, con sus consignas y su estupidez política, que en la práctica a demostrado ser impotente de cambiar las cosas esencialmente, manteniendo la contradicción fundamental en la sociedad. Subestimaría el poder ideológico de la burguesía sobre los trabajadores, al pensar que todos van a leernos, no es una casualidad que hoy, Libero sea la prensa mas consumida por los asalariados. Aquí radica la dificultad y el esfuerzo de la propaganda que pretendemos hacer. No nos dirigimos a aquellas que no están interesados en las ideas transformadoras, sino aquellos que desconfían de lo que dice sus gobiernos y sus patrones, aquellos que están dispuestos a dar de su tiempo libre en la superación de sus intuiciones sobre estos temas, salir de las sombras y del vació, llamar a las cosas por sus nombre y comprometerse sinceramente en la transformación de la realidad.

Consideramos que los seres humanos debemos pensar con nuestras cabezas y no con las cabezas de sus dirigentes, lideres, gran timonel, pastor, como hasta ahora ha venido sucediendo, y hacer de los demás simples manadas de borregos. Nuestra tarea es la de esclarecimiento y la educación política de la vanguardia de la clase obrera, aquellos compañeros que se preguntan del porque de los fenómenos sociales políticos y sienten un vació en su conciencia.

Pretendemos construir una plataforma de debate, en la que vengamos edificando una alternativa política frente a la necesidad histórica del ser humano, la libertad. Solo a través de un debate público y fraterno podremos unirnos políticamente en la tarea de resolver la irracional explotación del hombre por el hombre, a través del trabajo asalariado y transformarla.

Si bien es cierto que tal tarea demanda del sacrificio de la clase obrera, de una permanente lucha contra los ataques del estado y la burguesía como clase, esto no es suficiente para poder hacer real esa necesidad, es necesario el elemento conciente de la clase revolucionaria; de nada sirve salir a las calles con palos y piedras si no se tiene la claridad suficiente de como funciona este sistema de explotación para transformarlo, si no tomamos conocimiento sobre la causa, lo único que haremos es perpetuar la explotación de la mayoría social e incrementar el currículum de nuestros dirigente para que mas tarde lo negocien por un escaño en el congreso, una presidencia regional o cualquier cargo en el estado