El Estado ¿de qué se queja y porque maldice al pueblo de La Convención? Si estos señores, que hoy representan a los capitalistas más prósperos del Perú, les han dado el trapo que pasa por bandera, han enseñado a lavarla de los que la manchan y a cantar el himno por la independencia; estos Apristas, fujimoristas, políticos de quinta, desconocen la historia y han demostrado su oportunismo. No recuerdan que por décadas, sus ancestros “Liberales” “Republicanos” “Demócratas” se han preocupado tenazmente en poner a los indios, mestizos y proletarios bajo la bandera bicolor, luchar por la defensa de la patria y contra la invasión imperialista, si fuera necesaria morir por ella.
Hay que recordarles que los burgueses peruanos se preocuparon por meter todo lo que se conoce como “Patria” en la cabeza de los trabajadores; primero, para hacerle frente a la monarquía española, después contra la aristocracia terrateniente, y finalmente para matarse con el ejército de obreros chilenos y de otros países; todo ello para defender sus privilegios y mantener la explotación del trabajo ajeno. Los señores del gran capital, consientes de que solos no podían contra tales enemigos, año tras año, década tras década, han enseñado a luchar a los trabajadores, campesinos, pequeños propietarios, por sus privilegios, bajo los “intereses nacionales”, por “la soberanía” y “la inviolabilidad del territorio peruano y sus recursos”. Deberían estar felices que sus aprendices han asimilado bien la lección.
Si hoy todo esto se viene contra la misma patronal y su “República”, no es porque sus subordinados sean terroristas o estén en contra del desarrollo nacional; sino es porque ustedes señores Quesquén y pandilla han traicionado su propia educación, su propia ideología, han negociado su historia republicana; y ahora se hacen los locos, desconocen sus dogmas, es más, insultan de múltiples formas y masacran a los que defienden esa “Patria” del que se llenaron la boca alguna vez.
Ustedes representantes de la patronal peruana y su Estado armado, demuestran que su credo como “Patria”, “Soberanía”, “Nación”, “Democracia”, es pura ideología, pura cháchara, que solo lo usan para levantar a los trabajadores por la defensa de sus privilegios contra sus enemigos; pero cuando existe una relativa paz social lo dejan de lado e implementan la dictadura sobre los trabajadores y el saqueo del planeta. Ustedes capitalistas y sus funcionarios solo son consecuentes al dinero y capital; porque, la ideología y el sentimiento patriotero se lo dejan a los trabajadores.
Nosotros no podemos seguir siendo estúpidos al pensar que esa ideología barata podrá derrotar o siquiera hacer retroceder a los capitalistas; porque esta ideología legitima todo ello. Si los asalariados somos consecuentes con nuestra lucha y pretendemos vencer definitivamente a toda la lacra parasitaria que vive de nuestro trabajo y del saqueo de los recursos naturales, debe de erguir su propia arma, su propia ciencia. La fuerza de los trabajadores no radica en la ideología obligada a adoptar por el patrón y su Estado; sino en nuestra cantidad, en que somos la mayoría social en el Perú y en el mundo; hacemos andar la máquina y la tecnología, la producción; si nosotros paráramos en conjunto siquiera un día, sería un verdadero cataclismo para toda la patronal nacional e internacional. Lo que nos debilita, y así aprendemos por experiencia, es la ideología que adoptamos, la demagogia que levantamos como consigna, seguir pensando en la patria y todo ello, para que unos muy astutos y cínicos politiqueros capitalicen para su rédito personal. Nos meten a todos en un saco llamado “pueblo”, para poner nuestros pellejos en la lucha, y después se desenmascaran al pretender ocupar un puesto en el Estado.
Desechemos todo esa ideología, ya no defendamos sus pellejos y comencemos a confiar en nuestras propias fuerzas, que emana fundamentalmente de nuestra conciencia.
ISKRA, es un germen de esa conciencia, que comienza a romper la tierra dura y seca que por años los patrones se empeñaron en mantenerla inerte; contribuiremos a que florezca el movimiento obrero y de los trabajadores, se fortalezca y triunfe; porque nosotros no tenemos nada que perder, pero si un mundo que ganar.
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