El fenómeno de la crisis se extiende en todo el mundo. Día a día las enormes corporaciones financieras caen, arrastrando consigo las cotizaciones de las demás empresas, paralizando la acumulación de capital; consecuencia de ello, en todo el mundo, las cadenas del capital empiezan a pesar más y el yugo de la explotación aprieta cada día más la monótona existencia de la clase trabajadora.
Mientras eso muchos de los apologetas del sistema han callado “precavidamente”, pues nadie es capaz de dar una explicación racional o aceptable de la crisis que cada día se hace más real. Ahora vemos a políticos y presidentes hacer de sacerdotes del sufrimiento, no les queda otra que decir: “se vienen tiempos difíciles”.
Ningún ideólogo de la burguesía todavía supera la sorpresa, ningún sector de la burguesía reacciona, o son incapaces o no pueden engañarse a sí mismos. Se hace evidente la cruda realidad capitalista.
Es en este momento que las masas y los sectores de vanguardia se vuelven más permeables al discurso revolucionario, por no decir, es una preciosa oportunidad para unir la teoría revolucionaria con el movimiento espontáneo de la clase trabajadora.
Pues, no podría ser mejor ocasión para iniciar con la edición y publicación de un periódico de extensión nacional como es ISKRA, el mismo que se define como PERIODICO DE PROPAGANDA.
La propaganda es la acción permanente y sistemática de difundir conceptos dentro de un grupo social, en este caso la clase trabajadora, con el objetivo de modificar actitudes, ideas y sentimientos, y consolidar una doctrina. Pues hoy en día, dicha actividad adquiere una significación estratégica dentro de la construcción de un futuro partido.
Propaganda procede de “propagare”, termino de uso en jardinería, que no es otra cosa que esparcir los gajos (segmentos de tallo fresco) en el suelo del cual brotarán las plantas, pero es de conocimiento de jardinería también que, a la vez de plantar las semillas, es necesario limpiar el terreno, remover la tierra y arrancar toda la mala hierba; por ello en el campo de la propaganda es necesario remover el terreno de las ideas y arrancar de raíz todas aquellas corrientes del pensamiento burgués y pequeñoburgués que pretenden hacerse pasar por marxismo, es decir, solo delimitando matices y marcando una línea de división entre la teoría revolucionaria y las corrientes que la corrompen, se podrá cumplir con dicha tarea.
Esta tarea no es de grupos aislados ni de unos cuantos individuos, pues requiere el concurso y la unidad de todos aquellos que creen que es necesario revolucionar el capitalismo, por ello es importante confluir entre los diversos círculos aislados a un movimiento que siembre las semillas necesarias para el desarrollo posterior de una política más real y con una organización profesional llamada partido.
Sabemos que a muchos vecinos de la izquierda local y nacional les llama la atención el carácter de nuestra actividad, ya que en anteriores experiencias como “Espartaco” les oímos llamarnos “dogmáticos y teóricos”. Buscarán como siempre aislarnos. Por eso a todos ellos les decimos:
Que ningún gran movimiento ha salido de una base amplia de masa. No tenemos ningún problema en ser la voz solitaria en el desierto, pues sabemos que nuestra voz se hace sentir y molesta vuestra mollera. Y no nos desespera hacer el papel de Juan Bautista, por que sabemos que estamos abriendo el camino para que venga detrás de nosotros el partido “redentor”, no por que tengamos fe, si no por que será resultado del esfuerzo conjunto que estamos haciendo hoy.
Por ello recalcamos que el objetivo que queremos conseguir en esta etapa es el de escribir, con letras grandes, en las conciencias de los lectores estas palabras:
“MATERIALISMO HISTÓRICO”.
La única herramienta necesaria por la cual el trabajador puede conquistar su independencia política de clase.
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